Mis niños; mis maestros
- mirandadiana
- 29 oct 2024
- 2 Min. de lectura

Un maestro es esa persona que te enseña a ser mejor ser humano, a ver tus fallas y aprender de ellas, a evolucionar como ser terrenal y que día a día seas un mejor individuo; más amoroso, más consciente, más respetuoso, más humano.
Muchos años busqué tener ese crecimiento interior y emocional con la guía de maestros espirituales, como en el budismo. Sin embargo, nunca imaginé lo poderoso y lo transformador que sería tener hijos y que ellos me enseñaran todo lo que me falta por aprender en esta vida.
Aprendo de su sinceridad, de su autenticidad y de la forma en cómo ven las cosas; simples y con alegría!
Son sinceros sin más ni más, sin cuestionarse si lo que van a decir es correctamente aceptado por los demás o si a quien se lo van a decir se va a ofender; dicen lo que quieren decir sin pensar y ya está!
No tienen juicios y no andan criticando o poniendo atención a aquello que los demás hacen o dicen.
Son alegres desde siempre, ríen con lo más pequeño y lo más sencillo.
Van aprendiendo con alegría todos los días y se asombran de esas pequeñeces que nosotros ya no vemos, así que nos recuerdan lo importante de la lluvia, del sol, de los animales, de los tractores, de la vida y de estar vivos.
Así que hoy, les doy gracias por enseñarme a recordar la importancia de ser niño; de soltar, de disfrutar, de reír, de jugar, de bailar, de cantar, de enojarse y volver a sonreír, de llorar y seguir, y de no tomarme todo tan en serio, tan literal y, sobre todo, tan personal.





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