Lo que me enseñan los viajes
- mirandadiana
- 21 jul
- 2 Min. de lectura

Los viajes me llenan el alma, amo descubrir lugares nuevos, ciudades con años de historia, un idioma que no entiendo nada de lo que hablan y que pareciera que en todo momento pelean, comida con especias conocidas que me atrapan enseguida y me llevan a recuerdos dentro de mi cabeza, paisajes que se quedan por siempre en mi memoria y esos olores que son tan característicos de cada lugar que cuando vuelves los recuerdas perfecto.
De las cosas que más disfruto en los viajes y en las vacaciones es que suelto un poco o me obligo a soltar todo el control de mi ser y todo lo que quiero o necesito controlar en el día a día, ya sea por educarlos, por la rutina, por lo que sea, suelto y amo también esa sensación de: "no pasa nada, son niños!".
Me desprendo del control, de la rutina, de los “tengo que” y, sobre todo, de los "tienen que", ya sea por la comida, por los horarios, por las actividades que tenemos todos los días de la semana.
Lo que si creo completamente necesario es el desconectarnos de los devices, siento que es muy importante vivir el momento presente y absorber lo más que podamos todo lo nuevo que vamos conociendo; así conectamos y estamos en el presente y con nosotros sin distracciones ni ruido externo. Es una oportunidad para descubrir, hacerte preguntas, estar en tus pensamientos y hasta aburrirte un poco, lo cual en el día a día no logras hacer por la rutina y por que muchas veces vamos en automático.
Y que conozcan otras culturas les enriquece todos sus sentidos, su mente y su alma, aunque creamos que no lo recordarán jamás.
Así que los viajes me regresan eso; la presencia que, muchas veces olvido que existe.





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