Autoestima: Volver a casa (contigo).

Autoestima no es un logro, es un regreso.

Es volver a ti, a esa parte que no exige, que no compite, que no se mide por likes, productividad o perfección.

Durante años nos enseñaron que para sentirnos valiosas teníamos que “ser mejores”: más productivas, más delgadas, más exitosas, más fuertes… pero ¿y si el verdadero camino fuera al revés?

¿Y si la autoestima empezara por permitirte ser, sin exigencias? Por tratarte como tratarías a tu hija o a tu mejor amiga. Por dejar de hablarte con dureza y comenzar a acompañarte con ternura.

💛 La autoestima florece cuando nos sentimos vistas y validadas… por nosotras mismas. Y para eso no se necesita una meta, solo un gesto: una respiración, una pausa, una palabra bonita al espejo. Un recordatorio diario de que ya eres suficiente.

A veces, basta caminar descalza al atardecer, escribir lo que sientes, o abrazar ese peluche que te recuerda que aún vive en ti esa niña libre, luminosa y valiente.

Hoy, no te exijas cambiar. Exígete acompañarte. Porque solo desde ahí se construye el verdadero amor propio.